Proyecto Pastoral
El Proyecto Educativo del Colegio Inglés San José de Antofagasta busca una educación católica, de calidad y equidad solidaria, por lo tanto forma al niño y al joven a la luz del Evangelio, siguiendo los principios orientadores de la Iglesia Católica.
En el contexto de un Colegio de Iglesia, subvencionado, cuyo quehacer educativo está dirigido preferencialmente a los más necesitados, el Colegio Inglés San José se ha planteado un currículo cuyo objetivo principal es la formación integral de la persona.
Consideramos a la persona como criatura de Dios, la cual debe ser respetada como tal en sus derechos básicos como son la verdad, la justicia y el amor, ofreciendo igualdad de oportunidades.
El Colegio Inglés San José sustenta su existencia como servicio a la comunidad antofagastina, en una instancia y compromiso pastoral que privilegia a los más necesitados, según el carisma que Monseñor Eugenio de Mazenod imprimió a la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, entidad sostenedora del Colegio.
Por esta razón, la acción Pastoral se concibe presente en todos los estamentos de la comunidad, los cuales, individual, colectiva e institucionalmente debieran proyectar en todos los ambientes un testimonio comprometido en Cristo, la Iglesia, la Congregación Oblata, el propio Colegio y los más necesitados.
La Escuela Católica entra de lleno en la misión salvífica de la Iglesia y, particularmente, en la exigencia de la educación en la fe, sabiendo que "la conciencia psicológica y moral son llamadas por Cristo a una simultánea plenitud como condición para que el hombre reciba convenientemente los dones divinos de la verdad y de la gracia".
El Proyecto Educativo de una escuela católica se define, precisamente, por su referencia explícita al Evangelio de Jesucristo, con el intento de arraigarlo en la conciencia y en la vida de los jóvenes, teniendo en cuenta los condicionamientos culturales de hoy.
En el Proyecto Educativo de un Colegio de Iglesia, Cristo es el fundamento. Él revela y promueve el sentido nuevo de la existencia y la transforma, capacitando al hombre para que éste viva de manera divina, es decir, invita a pensar, querer y actuar según el Evangelio, haciendo de las Bienaventuranzas normas de vida, precisamente por la referencia explícita y compartida por todos los miembros de la comunidad escolar a la visión cristiana, porque los principios se convierten para ella en normas educativas, motivaciones interiores y, al mismo tiempo, metas finales.